Aquí comienzo a contarles como fue mi experiencia en 5 ciudades de Europa.
Estuvimos del 31-1 de junio. Sin planificarlo estuvimos en el momento de la final de las Champions League de la UEFA. Me pareció bien interesante y emocionante ver el furor de los apasionados del futbol que viajan de todo el mundo para ver a un partido de su deporte preferido. A veces resultaba algo abrumador, porque habie demasida “testosterona” en el ambiente, y los hombre tienden a ponerse bien intensos con los partidos y a eso añadele las copitas de más.
Cuando llegamos nos quedamos en un hostal llamado las musas. Para ser mi primera vez en un hostal formal estuvo super. Pero no muy lejos de lo que es quedarse en un retiro o un campamento con mas paresonas. Tienes varios desconocidos durmiendo en la misma habitación que tú; usan el mismo baño que tú. Como solo dormimos no pudimos dialogar con los demás compañeros de cuarto. Una de mis amigas tuvo una interacción con uno de ellos y que caballeroso el hombre. Ya todas nos habíamos bañado, pero a una de ellas le faltaba la rutina de limpieza y el muchacho antes de entrar al baño nos preguntó si alguna faltaba de usar el baño. Le dijimos que sí, él muy caballeroso nos cedió el turno y espero a que termináramos para el usar el baño. Aun queda esperanza en la sociedad.
Para los que viven en PR o no han visitado Plaza Mayor es como el cuartel del Ballajá, y estaba repleto de gente ya que había una pequeña cancha de soccer y había promociones dado a la final de la UEFA. De igual forma en plaza del sol también estaba llena, con la diferencia que había una tarima con música y seguramente pasaron el partido en vivo.
Este día pasamos por la Plaza Mayor antes de entrar nos topamos con una heladería «La Patagonia». Escogí el sabor de Coco y de Cookies&Creme, supero delicioso. Algo curiosos que vivimos en varias heladerías, es que parece que los europeos no acostumbran a darte de probar. Las heladerías que fuimos (incluyendo esta) los empleados nos miraron extraño cuando pasábamos del tercer sabor pidiendo para probar. Fue intenso, incomodo y gracioso a la vez.
Luego de caminar por las calles del centro de Madrid, nos detuvimos a comer en el restaurante «Museo del Vino». Algo que me encantó de este y varios lugares de España es que por un precio fijo te daban aperitivo, plato principal, postre y bebida. ¿Qué no es eso fabuloso? El entrante que escogí fue un risotto, entiendo que tenia zetas, Pero me supo a lo que en Puerto Rico llamamos «asopao», estuvo riquísimo. El plato fue bien simple como lo pueden ver en la foto. El postre fue un flan de queso. La receta casera de mi familia me gusta mas que la de ese flan. No estaba tan cremoso para mi gusto.
Al final caminamos un poco mas por la ciudad y volvimos al Hostal.
¡Hasta la próxima!